En
matemáticas, una
categoría viene dada por dos tipos de datos: una clase de
objetos y, para cada par de objetos
X y
Y, un conjunto de
morfismos desde
X a
Y. Los morfismos son frecuentemente representados como flechas entre esos objetos. En el caso de una categoría concreta,
X y
Y son
conjuntos de cierto tipo y un
morfismo f es una
función desde
X a
Y satisfaciendo alguna condición; este ejemplo origina la notación
f:
X ->
Y. Pero no toda categoría es concreta, por tanto estos no son los únicos tipos de morfismos.